1. Concepto de Burnout o SQT
En primer lugar, es importante conocer que el síndrome de quemarse por el trabajo tiene varias acepciones como desgaste psicologico, enfermedad de Tomás o estrés laboral asistencial. Esto, evidentemente presenta multitud de inconvenientes puesto que si a una patología se denomina de diferentes formas, posiblemente a causa de intentar traducir la terminología original anglosajona “bourn out”, se corre el riesgo de crear una gran confusión conceptual. Por tanto, desde nuestro punto de vista creemos como la denominación más correcta es el uso del término síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) para aludir en castellano al “burnout síndrome”. Esta denominación ayuda a la comprensión del fenómeno por diferentes razones:
- Da información sobre la naturaleza del fenómeno al indicar que está integrado por un conjunto de síntomas
- Nos informa sobre la necesidad de identificar y evaluar el conjunto de síntomas para poder realizar un diagnóstico adecuado de la patología
- Desvía el foco de atención hacia el trabajo y no hacia el trabajador
- Se desvía la patología laboral de la denominación coloquial
- Permite diferenciar el fenómeno de otros fenómenos psicológicos que aparecen en condiciones de trabajo no deseables, como el estrés laboral, el desgaste emocional, fatiga, ansiedad.
Por tanto, el síndrome de quemarse por el trabajo es un conjunto de signos y síntomas que tiene su origen en el entorno de trabajo. El problema hay que buscarlo en el entorno laboral, NO en el individuo. Es importante remarcar que el problema se encuentra en el ambiente laboral, ya que a la hora de establecer un tratamiento se cometería un grave error si se focalizara en el trabajador en vez del entorno laboral, donde realmente se sitúa el foco del problema.
El síndrome de quemarse por el trabajo surge por la percepción del sujeto de una discrepancia entre los esfuerzos realizados y lo conseguido, creyendo el trabajador que realiza un gran trabajo para desarrollar su oficio y que todo ese trabajo no se ve ni recompensado ni reconocido, creándole frustración, ansiedad, etc. Por tanto, el trabajador se siente desbordado y se percibe impotente para hacer a los problemas que le genera su ambiente laboral.
2. Delimitación conceptual
Para delimitar el concepto del síndrome de quemarse por el trabajo, es importante diferenciarlo de otras enfermedades o fenómenos como el estrés o el mobbing. De este modo, nos surge la pregunta anteriormente planteada en el inicio: “¿qué diferencias hay entre el síndrome de quemarse por el trabajo y el estrés?” Pues bien, las diferencias son las siguientes:
Estrés SQT
Sobre implicación en los problemas Falta de implicación
Hiperactividad emocional Desgaste emocional
Daño fisiologico Más daño emocional que fisiológico
Aceleración del ritmo de trabajo Lentitud y pesadez en el ritmo de trabajo
Depresión: para preservar energía física Depresión: asociada a pérdida de ideales
Puede tener efectos positivos en exposiciones Sólo tiene efectos negativos
moderadas
“¿Y entre el mobbing y el síndrome de quemarse por el trabajo?” El acoso psicológico o mobbing se aplica a situaciones grupales donde un sujeto es acosado por otros miembros del grupo al que pertenece con la complicidad del resto de integrantes de ese grupo. Es acoso psicologico cuando se ejerce violencia psicologica sobre una victima en forma de conductas reprobables. Debido a este acoso, el trabajador- víctima se siente indefenso y tiende a un hundimiento psicológico, psicosomático y social, creando una gran fuente de estrés como ocurría en el síndrome de quemarse por el trabajo. Por tanto, una de las principales diferencias entre ambos fenómenos la encontraríamos en la fuente de estrés: mientras que en el síndrome de quemarse por el trabajo dicha fuente se situaría en la percepción del trabajador que se siente desbordado por las demandas de su ambiente laboral, en el mobbing este foco se encuentra en el conflicto interpersonal asimétrico en el que una de las partes (acosado) no tiene poder alguno sobre la otra parte (acosador). Por tanto, mientras que el mobbing es una fuente de estrés laboral originado por un conflicto interpersonal asimétrico, el síndrome de quemarse por el trabajo es una respuesta al estrés laboral crónico que se desarrolla cuando fallan los recursos de afrontamiento de problemas del individuo para manejar las situaciones de estrés.
Suele suceder que profesionales o trabajadores con una gran vocación que “se entregan” a su profesión, teniendo altos niveles de idealismo profesional y realizando su trabajo centrados en el trato hacia los demás, pueden desarrollar el síndrome de quemarse por el trabajo. Por tanto, según Gil Monte (2000) “todo trabajador que se enciende con su trabajo puede llegar a quemarse”.
3. ¿En qué consiste el SQT?
Una vez comparado el concepto de síndrome de quemarse con el trabajo con otros términos, que nos puede dar lugar a confusión, el siguiente paso debe ser el de profundizar en el síndrome de quemarse por el trabajo para llegar a una mayor comprensión de dicho fenómeno
Desde el inicio de este blog, quisimos que quedara clara la idea principal que el síndrome de quemarse por el trabajo es un proceso de agotamiento físico y emocional que implica el desarrollo de actitudes negativas hacia el trabajo, pobre autoestima y pérdida de interés hacia las relaciones interpersonales del entorno laboral.
A su vez, tambien representa un mecanismo de respuesta, afrontamiento y autoprotección a los estresores crónicos laborales generados por la relación profesional-cliente, y por la relación profesional-organización, acompañado de una experiencia subjetiva de carácter negativo de sentimientos, cogniciones y actitudes, las cuales provocan alteraciones psicofisiológicas en la persona y consecuencias negativas para las instituciones laborales. Es un proceso continuo que aparece por la exposición prolongada en el tiempo ante eventos estresantes.
Así, retomando la definición del síndrome de quemarse por el trabajo que es aceptado por la comunidad cientifica, hoy en día, como “sindrome de agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo que puede desarrollarse por aquellas personas cuyo objeto de trabajo son personas en cualquier tipo de actividad”, explicamos cada uno de los anteriores factores:
- Entendemos como agotamiento emocional a la pérdida progresiva de energía, desgaste, fatiga, que sienten los trabajadores y que les lleva a pensar que ya no pueden dar más de sí mismos a nivel afectivo.
- Por otra parte, caracterizamos a la despersonalización como el desarrollo de actitudes y sentimientos negativos hacia las personas destinatarias del trabajo (pacientes o clientes). Estas personas son vistas por los trabajadores de forma deshumanizada debido a un endurecimiento afectivo, lo que les lleva a culparles de sus problemas. Todo ello crea en el trabajador, en resumidas cuentas, irritabilidad, ansiedad, distanciamiento, actitudes negativas y respuestas frías e impersonales hacia los destinatarios/pacientes.
- Por último entendemos por baja realización personal en el trabajo como la tendencia de los profesionales a evaluarse negativamente, afectando esa evaluación negativa a su capacidad para realizar el trabajo y para relacionarse con las personas a las que atienden. Por tanto, los trabajadores se sienten descontentos consigo mismos e insatisfechos con sus resultados laborales lo que provoca a su vez respuestas negativas hacia sí mismo, de rechazo hacia el trabajo (insatisfacción) incluyendo pérdida de la motivación. Los trabajadores en este punto, piensan que lo que antes era motivo de alegría ahora no lo es y se pierde la capacidad de disfrutar (anhedonia).
Siguiendo con nuestro intento de delimitar el síndrome de quemarse por el trabajo, exponemos a continuación una serie de síntomas clasificados en distintas categorías :
Síntomas cognitivos
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Síntomas afectivo- emocionales
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Síntomas actitudinales
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Otros síntomas
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Sentirse contrariado
Sentir que no valoran tu trabajo
Pensar que no puedes acabarlo todo
Pensar que trabajas mal
Falta de control
Verlo todo mal
Todo se hace una montaña
Sensación de no mejorar
Inseguridad
Pensar que el trabajo
no vale la pena
Pérdida de la autoestima
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Nerviosismo
Irritabilidad
Frustración
Agresividad
Desencanto
Aburrimiento
Agobio
Tristeza y depresión
Desgaste emocional
Angustia
Sentimientos de culpa
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Desagana a seguir trabajando
Apatía
Irresponsabilidad
Escaquearse
Pasar de todo
Estar harto
Intolerancia
Impaciencia
Quejarse por todo
Evaluar negativamente a los compañeros
Romper con el entorno laboral
Ver al paciente como un enemigo
Frialdad hacia los pacientes
Indiferencia
Culpar a los demás de su situación
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· Aislamiento
Enfrentamientos
Cansancio
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Se puede considerar que las conductas observables de las personas que desarrollan el síndrome de quemarse por el trabajo y las alteraciones fisiológicas son consecuencia de los procesos afectivo-emocionales, cognitivos y actitudinales.
Además de todos los síntomas citados anteriormente, para diagnosticar a una persona con el síndrome de quemarse por el trabajo hay que tener en cuenta el contexto en el que podría darse la patología así como la concurrencia de varios síntomas de diferentes ámbitos (cognitivo, actitudinal y afectivo-emocional) ya que de lo contrario podríamos cometer el error de diagnosticar a una persona con esta patología cuando en realidad no es así y simplemente si se encuentra agotado emocionalmente es por alguna causa que no tiene por qué implicar el desarrollo de la enfermedad o incluso en otro ejemplo más representativo, un trabajador puede mostrarse cínico o cruel simplemente por motivos de su personalidad o de su educación sin tener por qué desarrollar esta patología.
Para concluir esta entrada, para decir si una persona tiene el síndrome de quemarse por el trabajo o no, se debería evaluar cada uno de los posibles síntomas en las diferentes áreas por separado (cognición, afectivos, actitudinales) sin intentar llegar a una puntuación única. Además, deberemos conocer la frecuencia y la intensidad de estos síntomas, que a todas luces son independientes, puesto que la aparición de un síntoma de un determinado ámbito, por ejemplo aburrimiento (emocional) no conlleva la aparición de otro síntoma, apatía (conductual). Sin embargo, en las siguientes entradas desarrollaremos más extensamente los aspectos relacionados con la evaluación