martes, 7 de abril de 2015

5. El desarrollo del SQT

El progreso del síndrome va a depender de la interacción entre las condiciones del entorno laboral y las variables personales. Como ya sabemos, el entorno laboral es el desencadenante de la etiología de los síntomas y de su progreso. Siguiendo el Modelo de Edelwich y Brodsky (1980), exponemos las fases por la que un trabajador pasa durante el desarrollo del SQT:
  1. Entusiasmo: periodo inicial donde el individuo está muy motivado, tiene gran ilusión, energía y expectativas irreales sobre el trabajo sin conocerlo realmente. Es una fase de entusiasmo irreal donde el trabajador se sobre implica hasta el punto de hacer tareas y horas de forma voluntaria.
  2. Estancamiento: El trabajador realiza su trabajo, pero éste ya no lo es todo en su vida. Su atención se centra en las aficiones personales, los amigos, el hogar y la familia. Se empiezan a valorar las contraprestaciones recibidas por el trabajo (salario, horarios de trabajo y promociones.
  3. Frustración: El trabajador se pregunta si merece la pena el trabajo que está realizando, si tiene sentido ayudar a los demás cuando éstos no colaboran, si merece la pena seguir luchando contra las trabas que frustran los esfuerzos personales. Los obstáculos a los esfuerzos laborales son vistos como amenazas en vez de cómo retos. En esta fase pueden aparecer problemas emocionales, fisiológicos y conductuales.
  4. Apatía: Se considera un mecanismo de defensa frente a la frustración. Se caracteriza porque el individuo se siente frustrado continuamente en el trabajo, pero necesita ese trabajo para poder vivir. En esta fase los trabajadores hacen lo mínimo, evitan innovaciones y los cambios o novedades, incluso intentan evitar a las personas a las que deben atender. Lo único que desean es la estabilidad  laboral que al menos, les compense la ausencia de satisfacción laboral.


Según los autores anteriores, este proceso tiene un carácter cíclico, de manera que se puede repetir en diferentes momentos en la vida laboral de un sujeto y en el mismo o en diferentes trabajos. 

Cuando se analizan los síntomas que definen el SQT se observa que conllevan un deterioro del componente cognitivo, del componente afectivo y del componente actitudinal de la psique. Pasamos a explicar cada uno de estos componentes:

1. Procesos cognitivos en el trabajo y SQT

El trabajo tiene varias funciones vinculadas a los procesos cognitivos que influyen en la vida de los individuos favoreciendo su desarrollo y su equilibrio psicológico. Una de esas funciones, es la función significativa que alude al trabajo como fuente de realización personal de los individuos, pues da sentido a su vida y mejora su autoestima.Cuando la actividad laboral carece de esta función o es negativa, el plano cognitivo de la psique se deteriora y aparecen algunos síntomas del SQT al menos de dos maneras: una crisis de la capacidad percibida por la que el trabajador se siente incapaz de desarrollar su trabajo, originando ansiedad y disminución de la motivación y una crisis existencial vinculada al trabajo.

En la crisis de capacidad percibida, los trabajadores que sienten poca autoeficiencia  consideran que las capacidades para desempeñar una tarea son innatas y los resultados negativos los ven como fracasos que evidencian su falta de competencia. Estos individuos viven los desafíos laborales como situaciones en las que deben probarse a sí mismos La eficacia para controlar los pensamientos también influye en la aparición de crisis depresivas y de ansiedad, pues gran parte de la depresión humana se genera cognitivamente mediante la rumiación de pensamientos de abatimiento. Una baja sensación de eficacia para controlar pensamientos negativos contribuye a la duración y la recurrencia de los episodios depresivos. Un estado de ánimo depresivo, a su vez, reduce la creencia de eficacia personal en un ciclo auto desmoralizante cada vez más profundo. Los juicios negativos sobre la capacidad pueden deteriora la autoestima de los individuos.

La autoevaluación negativa disminuye su autoestima y se desarrollará sentimientos de inutilidad, de frustración, inutilidad, y agotamiento emocional. Las actitudes de indiferencia son estrategias de afrontamiento que el individuo desarrolla para enfrentarse al entorno laboral amenazante imposible de evitar salvo que abandone el trabajo.

La crisis existencial vinculada al trabajo tiene su origen en que el trabajo para muchas personas puede ser una fuente que da sentido a sus vidas. Cuando el trabajo deja de cumplir estas funciones las personas se pueden ver abocadas a una situación de crisis existencial

2.  Procesos emocionales en el trabajo y SQT

Como ya hemos estado comentando en este blog, el trabajo hacia las personas supone un alto desgaste emocional. Los esfuerzos para controlar las emociones en el trabajo hacia personas, el trabajo emocional, la necesidad de establecer relaciones de empatía durante largos períodos de tiempo, y la aparición de frustración vinculada a los clientes de la organización, son algunas de las circunstancias que contribuyen al desgaste emocional en el progreso del SQT. La frustración es una emoción negativa vinculada al desarrollo de la actividad laboral. Una consecuencia de la frustración es la aparición de agresión, una reacción emocional cuyo único objetivo es herir a la víctima sin pretender alcanzar otro objetivo. Entre los eventos o situaciones que generan frustración en el trabajo se encuentran el conflicto y la ambigüedad de rol, la sobrecarga de trabajo, los conflictos interpersonales, o la ausencia de ayuda de otros.

3.  Procesos actitudinales en el trabajo y SQT    

La satisfacción laboral es una de las principales actitudes vinculadas al trabajo. Los niveles bajos de satisfacción laboral han sido considerados por algunos autores como un síntoma del SQT. Debido a su función mediadora entre las emociones, cogniciones, y las conductas, las actitudes en el trabajo (por ejemplo, satisfacción laboral, compromiso con la organización) van a influir la calidad del trabajo realizado, sobre la calidad de las relaciones interpersonales y sobre los niveles de absentismo, entre otras cosas. El desarrollo de actitudes y conductas negativas hacia los clientes no es una estrategia de afrontamiento de elección prioritaria para el profesional, probablemente debido a que este tipo de actitudes y conductas están proscritas por el rol profesional y por los valores sociales y generan sentimientos de culpa. Esto explica por qué el SQT es una respuesta al estrés laboral crónico, y no aparece en los primeros años de ejercicio profesional.

En conclusión, el deterioro cognitivo y emocional del individuo debe ser previo a la aparición de actitudes negativas hacia la organización y hacia los clientes en el progreso del SQT          

Para finalizar esta entrada, vamos a hablar de otro factor importante que guarda especial relevancia con el SQT: la culpa. La aparición de ideas como “soy incapaz para este trabajo” o “soy un incompetente” son la causa que lleva a muchos profesionales a buscar algún tipo de terapia. Los profesionales sienten que se están convirtiendo en personas frías y deshumanizadas, en un tipo de personas que no quieren ser. Esa vivencia, junto a la percepción de desencanto profesional y de desgaste psíquico, origina en algunos profesionales una sensación de fracaso y de pérdida de la autoestima, y puede llegar a desarrollar un estado de depresión La culpa no aparece como síntoma del SQT y se ha utilizado para diferenciar el SQT de la depresión puesto que ésta se acompaña frecuentemente de culpa, mientras que el SQT aparece en un contexto sintomático de cólera o ira.
Hay dos tipos de perfiles:
  1. Los que no sienten culpa. Son profesionales que pueden mantenerse durante años en la organización sin desarrollar problemas individuales relevantes vinculados al estrés laboral aunque con conductas de apatía, indiferencia que deterioran la calidad del servicio de la organización y dan lugar a quejas por parte de los clientes sobre el trato recibido.
  2. Los que sí sienten culpa. Son profesionales que acudirán con más frecuencia al médico de familia, necesitaran en mayor medida una baja laboral y manifestarán con mayor frecuencia problemas psicosomáticos, ansiedad y depresión como consecuencia del SQT. Son personas que van a necesitar la ayuda de profesionales cualificados para superar esas crisis que les incapacitan para el ejercicio de su trabajo. Estas personas intentarán implicarse más para disminuir su culpa, pero como las condiciones de trabajo no cambian, se incrementará el deterioro cognitivo y emocional y aparecerán de nuevo actitudes de indiferencia y despersonalización. Este proceso producirá un nuevo aumento de culpa, originando un bucle e incrementando la intensidad del SQT. De esta manera, se produce un deterioro de la salud de los profesionales, aumentará su tasa de absentismo y su deseo de abandonar la organización y la profesión

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