jueves, 16 de abril de 2015

1. ¿Qué es el síndrome de burnout, síndrome de quemarse por el trabajo o del trabajador quemado?

Una primera aproximación a esta enfermedad procede de Maslach y Pines (1977), quienes lo identificaron como un síndrome de agotamiento físico y emocional que implica el desarrollo de actitudes negativas hacia el trabajo, baja autoestima, pérdida de interés por los clientes/ pacientes y que aparece en los profesionales de las empresas del sector servicios, donde hay una mayor interacción con los clientes/ pacientes. 




Así, vemos que esta patología “surge” en la década de los 70, pero esto nos lleva a pensar, ¿realmente esta patología es relativamente moderna o antes de los 70 ya existía? Según, las fuentes consultadas, probablemente, el síndrome de quemarse por el trabajo ya existía anteriormente a esta década, pero lo que realmente ha variado ha sido su incidencia, es decir, el número de casos que han ido apareciendo. Un dato que puede justificarse por el hecho de que el síndrome de quemarse por el trabajo puede llegar a ser “contagioso” si tenemos en cuenta los procesos de aprendizaje social o cualquier mecanismo de influencia social. De este modo, estableciendo un símil para que podamos entender este punto, el síndrome de quemarse por el trabajo es como si lo comparáramos con otro problema de salud, la obesidad. Evidentemente, siempre ha existido este problema de salud a lo largo de la humanidad, sin embargo, en la actualidad se esta observando un crecimiento epidémico de la obesidad a nivel mundial, tanto es así, que según la OMS se estima que existe 250 millones de obesos, lo que hizo que dicha organización, incluyera la obesidad entre las enfermedades epidémicas debido a su creciente tasa y a los problemas asociados que conlleva (diabetes, dislipemias, hipertensión arterial). Por tanto, el síndrome de quemarse por el trabajo no es nuevo, siempre ha estado ahí, lo que ocurría es que el problema no había sido detectado en toda su magnitud o sus proporciones no eran alarmantes.

Siguiendo con la definición del término, otros autores, como Edelwich y Brodsky (1980) conceptualizan el síndrome de quemarse por el trabajo como una pérdida progresiva de idealismo, de energía y del deseo de alcanzar objetivos profesionales, que suele aparecer en los profesionales sanitarios como resultado de sus condiciones de trabajo. Esto a su vez, nos lleva a pensar, “¿realmente el síndrome de quemarse en el trabajo afecta sólo a profesionales de ayuda o puede desarrollarse también en otro tipo de trabajadores?” Evidentemente NO, no solo afecta al colectivos de profesionales de la salud o la educación, sino que afecta a todos los trabajadores, lo que ocurre es que como en el caso anterior, es la incidencia lo que convierte al síndrome de quemarse por el trabajo en relevante para los sectores anteriormente comentados. Además, el estudio de estos sectores se hacen, quizás más importante por el alto grado de impacto que estas profesiones crean en la sociedad.



Por otra parte, Pines y Kafry (1982) consideran esta patología como un estado de agotamiento mental, emocional y físico causado por el estrés emocional crónico, resultado de la sobreimplicación excesiva de los trabajadores durante largos períodos de tiempo hacia las personas que prestan sus servicios. 



Desde consideraciones psicoanalíticas, algunos investigadores entienden que el síndrome de quemarse por el trabajo es un estado resultante de un trauma narcisista que conlleva una disminución en la autoestima de los sujetos. Sin embargo, la mayoría de los investigadores lo sitúan en un encuadre psicosocial y se describe como un proceso de adaptación a las situaciones de estrés laboral.

Desde la perspectiva psicosocial, el síndrome de quemarse en el trabajo no se identifica con estrés psicológico, sino que se concibe como una respuesta a fuentes de estrés laboral crónico vinculadas a las relaciones sociales entre los trabajadores y clientes.

Finalmente, todas las definiciones anteriores ayudaron a concluir una definición del síndrome de quemarse por el trabajo que es aceptado por la comunidad científica como síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo que puede desarrollarse por aquellas personas cuyo objeto de trabajo son personas en cualquier tipo de actividad”. En conclusión, podemos decir que el síndrome de quemarse en el trabajo es una enfermedad laboral que se caracteriza por un estado de agotamiento emocional provocado por un proceso gradual de estrés crónico.

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